La entrada anterior hablaba sobre el recogimiento físico o arquitectónico que necesitamos las personas.
La foto es una vista aérea de Florencia. Destacan dos plazas, a la izquierda la Piazza Sant´Ambrogio, y a la derecha la Piazza Ghiberti.
La sensación de recogimiento que tiene la piazza de Sant´Ambrogio es palpable. Apenas son 20 metros por 20 metros. Preside la plaza una iglesia del siglo X, con un atrio elevado un metro, de minúsculas proporciones . Es el encuentro de 6 calles pero consigue transmitir calma y sosiego. Es un pequeño refugio urbano. Tiene escala humana, tan necesaria como olvidada últimamente. Tiene unos límites cercanos marcados por los edificios, y sensación de amplitud gracias a las calles. Una plaza protegida del viento, que arroja sombra en verano. No es mucho pedir.
La plaza de la derecha, Piazza Ghiberti, medirá 70m por 50m. Tiene un garaje subterráneo, por ello no hay árboles en su superficie. No hay sombra en verano, no hay protección del viento en invierno. Preside la plaza el edificio de La Nazione, un peródico italiano. No es producto del encuentro de ninguna calle, sino que es una plaza que sale al encuentro perpendicular de una calle. Hay límites, es lógico, pero se sienten lejanos si estás en medio de la plaza.
Conclusiones:
A mi parecer la Piazza Sant´Ambrogio nunca quiso ser plaza, y funciona perfectamente como tal. La Piazza Ghiberti nació como plaza, pero nació muerta, es un cadáver urbano. No tiene utilidad.
Nunca debemos perder la sensación de protección que nos da la escala humana.
¿Tampoco creo que esté diciendo nada nuevo, no?
